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miércoles, 10 de septiembre de 2025

Visita guiada al yacimiento arqueológico de Las Canteras

El yacimiento arqueológico de Las Canteras, en Chipiona, se encuentra en fase de investigación y estudio a fin de implementar una guía instruida para su proyección turística. El profesor Antonio Ramos Millán, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, que trabaja en el Proyecto de Investigación, Innovación y Desarrollo ‘Chipiona Lugar de Memoria’, ha informado en una nota pública que ha difundido sobre una visita guiada realizada recientemente.

En la misma, Ramos Millán da cuenta de que estas canteras fueron descubiertas a mediados de la década de los años 70 por él mismo. Además, comunica diferentes aspectos de interés de la investigación realizada.

En ese sentido, expone que el subsuelo geológico de la geografía del término municipal, que es la Punta de Chipiona, es una roca caliza marina, donde destaca la “piedra ostionera” y que se trata de una formación rocosa representante de antiguas playas fósiles, formadas durante la edad geológica del Cuaternario desde hace unos dos millones de años, tras los avances y retrocesos que experimentó el mar a nivel planetario conforme las épocas interglaciares y glaciares que se sucedieron entonces.

Añade que estas playas rocosas de piedra ostionera son conocidas en diversos puntos de la costa gaditana, pero es aquí en Chipiona donde se encuentran más desarrolladas. Son parte del Arrecife de Chipiona, escollera que caracterizará toda la costa hasta la isla intermareal de Salmedina, un par de kilómetros mar adentro, y sembrará de escollos los fondos marinos de toda la embocadura del Estuario del Guadalquivir, como es la propia Barra de Sanlúcar de Barrameda.

También apunta que, en este medio intermareal del Arrecife de Chipiona se encuentra la playa rocosa por excelencia de esta costa, conocida con el nombre de playa de las Canteras, especialmente conocida por estar flanqueada por monumentos colosales que dominan el paisaje, como el Faro de Chipiona y los corrales de pesca.

Explica así mismo que el nombre de la playa refiere sin embargo la explotación histórica de la piedra ostionera acaecida en el lugar. Y precisa al respecto que fue la cantería moderna de sillares para la construcción de edificios singulares de la comarca.

Afirma Ramos, que la playa de Las Canteras tiene una gran riqueza en bienes del patrimonio natural e histórico, como este impresionante yacimientos, que sin embargo permanece muy desconocido. “Se trata de unas auténticas canteras romanas de piedras de molino que se encuentran totalmente conservadas y que ofrecen en la marea baja un verdadero museo al aire libre. Y prosigue, explicando que son unas canteras especializadas en la extracción de las piedras de molino llamadas moleras, piedras durmientes sobre las cuales una piedra móvil o muela puede realizar una molienda de cereal. Y subraya, que se trata de unas extensas y longevas canteras, pues rebasan los corrales de pesca Trapo y Cabito, que fueron explotadas durante medio milenio.

Antonio Ramos destaca que en este museo podemos contemplar todo el proceso de extracción de estas piedras de molino. La cantería se iniciaba en las mareas vaciantes con el picado de un canal anular que delimitaba la futura piedra molera y facilitaría su extracción. Apunta además que el picado del canal se realizaba con cinceles de hierro y mazas de piedra volcánica del Cabo de Gata, ya que alguna de estas mazas ha sido hallada en el yacimiento. Una vez picado el canal, se encajaban dentro del mismo unas cuñas de madera que al quedar sumergidas por tiempo e hincharse con el agua, ejercían presiones por todos los laterales del bloque circular que acabarían por fracturándolo por su base.

Suma el dato de que “el frente de la cantera se extiende por la superficie del depósito rocoso, por lo que la extracción de nuevas moleras se realizaba en el espacio adjunto de las previas”. Y explica que “este sistema de extracción resultaba en la conservación de la totalidad de los negativos de las extracciones realizadas, razón por la cual estamos en estas canteras romanas de Chipiona entre las mejores conservadas de todo el imperio romano”.

Estas piedras moleras circulares no tienen todas ellas el mismo módulo métrico y varían visiblemente en su diámetro y en su grosor. Se encuentran claramente tres módulos diamétricos de moleras pequeñas, medianas en torno a un metro y mayores. Estos módulos están en correspondencia con el tamaño de las explotaciones agrarias a las que iban destinadas, explotaciones que aumentaron su propiedad y volumen productivo a lo largo de la historia romana, como muestra la arqueología de esa época del campo de Chipiona. Las pequeñas casas de campo romanas que inician la colonización agraria en el siglo II a. C., con un nivel de producción familiar o doméstico, presentan la molera pequeña, mientras que las moleras medianas, que son las más abundantes y características en la cantera, responden a la demanda de las mayores explotaciones agrarias posteriores, las villas romanas altoimperiales que poblaron este campo romano de Caipionis en el siglo I de nuestra era, como culmen de esta colonización romana.

Ramos expone que la concentración de unos u otros módulos en los espacios de la cantera permite delimitar con claridad dos zonas principales de explotación histórica, las canteras republicanas anteriores a nuestra era, con dominio de las moleras pequeñas, y las canteras imperiales donde dominan los módulos medianos y puntualmente mayores. La zona más antigua de las canteras es la más interna mar adentro, habida cuenta de que es la zona con mayor tiempo de inmersión y mayor productividad de extracción, zona que hoy día sólo es visible en las grandes mareas. Las canteras imperiales son observables en cualquier marea baja. Esta cantería facilitada por la marea permite comprender que estamos ante otro ingenio mareal propio de estas costas gaditanas, un ingenio insólito, una “cantera mareal”, pues aprovecha la marea para que proceda a la extracción de la molera predispuesta.

El trabajo de la cantería se realizaría en el régimen de esclavitud de la época. En la época altoimperial de mayor producción, la cantera estuvo administrada por una villa romana construida a tal efecto, que sigue enterrada en pleno paseo marítimo, al pie de la actual Villa Blanca, y que junto a estas canteras representan un poderoso activo del turismo cultural de Chipiona.